¿Por qué debemos formar a nuestros trabajadores?

Principalmente porque el saber no ocupa lugar, porque no podemos saberlo todo y porque cuanto más formemos a nuestros trabajadores más cualificados serán, pero, no solo por eso, además está demostrado que la formación continua en la empresa es sinónimo de mejor productividad y mayor satisfacción.

Y, ¿qué consideramos formación continua en el trabajo? Pues aquella que provoca la “adquisición sistemática de actitudes, conceptos, conocimientos, reglas o destrezas que implican una mejora en la realización del trabajo” William McGehee y Paul W. Thayer.

En España además, lo tenemos fácil. La formación en la empresa se puede bonificar a través de la  Fundación Estatal para la Formación en el Empleo para mejorar o adaptar las capacidades profesionales de los trabajadores.

Incluir planes de capacitación en las empresas nos va a reportar beneficios tanto para los trabajadores como para las empresas y, además va a nutrir el mercado laboral en España. Con profesionales cada vez con más aptitudes profesionales, con nuevas competencias y habilidades, con mayor confianza a la hora de desempeñar sus puestos y asumir más responsabilidades. Con mayor participación en la empresa y con más ganas de nuevos retos, la formación ofrece mejor coordinación y efectividad en el trabajo y además promueve que existan mayores posibilidades de promoción interna.

Por otro lado, las empresas genera ahorro porque se reducen errores y se rinde más y mejor, además se refuerza la cultura organizacional  con profesionales más satisfechos en la empresa y con más ganas de conseguir y alcanzar nuevos retos, aumenta la innovación contribuyendo a generar ventajas competitivas en nuestro sector, se reducen los índices de rotación del personal lo que permite ahorrar costes y mantener el talento dentro de la empresa.

Ahora bien, ¿cómo debemos llevarla a cabo? Debe estar planificada de antemano para que forme parte de un proceso lógico.

Debemos ser conocedores de las necesidades formativas de cada miembro de nuestra plantilla y luego con los datos que obtengamos diseñar un plan formativo concretando las acciones que debemos llevar a cabo en cuanto a formación continua se refiere y dónde es mejor realizar esa formación presencial (In Company o no) u Online o combinar ambas.

Además una vez se ha realizado será necesario medir los resultados para comprobar que el proceso ha tenido impacto en las acciones de la empresa y poder ajustar formaciones a futuro.

En AFES creemos que la formación es la vía para alcanzar el éxito, ¿y tu?