No basta con tener una buena idea o necesidades que satisfacer a nuestros clientes, además tenemos que venderlas.
Con la evolución de las TIC`s, el sector ventas ha evolucionado mucho. La puerta fría ya no se hace tan necesaria. Definir bien los objetivos y estructurar de forma adecuada el departamento puede ser la clave del éxito empresarial.
¿Sabemos cuál es nuestro público? ¿A quién le vamos a vender?. Debemos tener claro el target de cada uno de nuestros productos o servicios.
Además, ¿tenemos claro cuál es nuestra competencia?, debemos ver si están haciendo algo similar a nosotros y en qué nos diferenciamos. ¿Por qué nos deben comprar a nosotros y no a otros? Preguntas que debemos contestar antes de ponernos en marcha.
También es importante tener una previsión de ventas, debemos tener en cuenta las temporadas (tanto las bajas como las altas) y hacer una previsión de éstas para no tirar piedras sin saber dónde.
Consultor
“El éxito de un negocio descansa en las ventas: el matrimonio temporario entre empresa y cliente”
Tom Peters
Los canales de venta tienen que estar bien claros y bien establecidos para cada uno de los productos y servicios en nuestra empresa y debemos establecer bien cómo lo vamos a contar, una descripción de los productos y servicios, políticas de promociones, ferias, congresos, programas, patrocinios, acciones de marketing y telemarketing, publicidad y red de ventas.
Además de todo lo anterior es imprescindible que conozcamos bien lo que vendemos, que vigilemos la calidad, que esté en las condiciones de calidad que hayamos definido para que no afecte a las ventas y que sepamos resolver los problemas, el seguimiento a la venta es imprescindible, el departamento comercial debe resolver dudas y solucionar problemas antes y tras su adquisición si queremos fidelizar clientes.
En definitiva, debemos ser buenos en lo que hacemos, adaptarnos, ser flexibles, tener capacidad para trabajar en equipo, poseer las cualidades de respeto y empatía, saber escuchar a nuestros clientes e involucrarnos en el desarrollo del trabajo, ser disciplinarios y constantes, ser sociables y, sobre todo, estar motivados.
